Con Chávez VENCEREMOS

sábado, 5 de noviembre de 2011

Gran Polo Patriótico, entre la táctica y la unidad histórica

Por: Gerardo Szalkowicz
La conformación del Gran Polo Patriótico (GPP) removió el avispero, zamarreó las entrañas de las heterogéneas fuerzas que forman parte de la Revolución Bolivariana.

Esta iniciativa del comandante Chávez, que nace al reconocer las limitaciones y erradas lógicas de construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela, al asumir la necesidad de superar los problemas políticos y de cara a las elecciones presidenciales de octubre de 2012, renovó las esperanzas en amplios sectores chavistas cuestionadores del oficialismo acrítico.

Buena parte de la base social chavista descontenta percibe hoy una bocanada de aire fresco. Su líder los convoca, los vuelve a visibilizar. La pelota vuelve a estar de este lado: de ellas y ellos dependerá, también, que el GPP evite quedar acotado a una nueva maquinaria electoral y logre erigirse en instrumento político aglutinador para avanzar en la radicalización de la revolución.

Más de 10 mil organizaciones populares y grupos de todo tipo se anotaron en las primeras jornadas de inscripción, sólo en la región central y en los estados llaneros (aún restan registrarse en 16 estados). Una diversidad que va desde movimientos campesinos, urbanos, culturales, estudiantiles, corrientes sindicales, medios comunitarios, colectivos feministas, espiritistas.

Plasmar en prácticas concretas e impregnarle vida orgánica a esta unidad en tan amplia diversidad es tremendo desafío. Pero la cuestión central será la dinámica que tome y la democracia interna que asuma; de eso dependerá que logre trascender su objetivo inmediato, la reelección del presidente bolivariano el año próximo.

Así parece imaginarlo el mismo Chávez: “Estamos decididos a que el Gran Polo Patriótico sea el gran manantial del que surjan las líneas estratégicas del Proyecto Nacional”. Además agregó “hay que construirlo desde abajo, desde las bases y en igualdad de condiciones”. “Yo prefiguro al GPP como una gran red de redes –decía el día del lanzamiento-, donde los movimientos mantengan su libertad plena, sus métodos internos, su identidad propia, pero que tengan la conciencia de que deben enlazarse en esta herramienta que trascienda lo local y, fundamentalmente, el dogma. El GPP marcará un quiebre en el curso de la revolución socialista”.

El 7 de octubre Chávez realizó una primera jornada de trabajo con el (provisional) grupo promotor del GPP, conformado por 153 representantes de diversos movimientos y colectivos. Ese día parte del chavismo rebelde y combativo recuperó protagonismo. Una de las intervenciones más emblemáticas fue la de Lorena Freitez, integrante del Núcleo Endógeno Cultural Tiuna El Fuerte: “Usted como líder de la revolución nos está lanzando una soga a quienes no nos sentimos reconocidos en las estructuras del partido, que estábamos por allá, como en un desierto. A usted lo entendemos como una bisagra entre la institucionalidad, la direccionalidad política del proceso y los que construimos desde abajo. Y en esa función de bisagra, nos lanza una brecha, abre un camino para ver si nosotros podemos seguir caminando al lado de la revolución”.

Freitez resumió las expectativas de muchos: “Se abren nuevas posibilidades para diversificar las formas de participación, para darle espacio a sujetos que sentían que no tenían un lugar. Este espacio tiene un potencial de autenticidad porque justamente surge de una revisión crítica”.

En los primeros encuentros del grupo promotor se crearon tres comisiones de trabajo: Sistematización; Agitación y Promoción; y Organización. Y lo más significativo: se acordó que no existan jerarquías.

Desde el mes de agosto un conjunto de movimientos populares ha venido afianzando una articulación para el impulso de lo que denominaron el Polo Patriótico Popular. Con una contundente movilización el pasado 13 de octubre, plantearon sus propuestas para “la construcción del GPP desde abajo, de manera democrática y con políticas revolucionarias; no sólo para dar la batalla electoral hacia la reelección del Comandante Chávez, sino también como herramienta para la lucha y la movilización, para la profundización y radicalización de la revolución como vía para llegar al socialismo, enfrentando no solamente a la burguesía y al imperialismo sino también a todas esas trabas que interponen el burocratismo, la corrupción y el reformismo, como una seria amenaza interna contra el proceso”.

Impulsan este reagrupamiento, entre otros, el Frente Campesino Ezequiel Zamora, el Movimiento de Pobladores, la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos (ANMCLA), el Movimiento Campesino Jirajara, Unete, Marea Socialista, la Coordinadora Simón Bolívar y el NUDEC Tiuna el Fuerte.

En un comunicado conjunto expresaron: “Al plantear el debate sobre la necesidad histórica del GPP desde esta perspectiva estratégica y no meramente táctica electoral, el comandante ha dejado en claro el extraordinario alcance y profundidad que este proceso organizativo debe implicar para el presente y futuro de la Revolución Bolivariana. Por esto nos atrevemos a señalar que el GPP debe ser un auténtico sacudón revolucionario, que estremezca todas las estructuras de este proceso, incluido, por supuesto, su propia construcción, ya que no se trata sólo de coordinar voluntades para las tareas de la coyuntura 2012, sino que en su generación se deben ir creando los nuevos instrumentos teóricos y metodológicos de la democracia popular revolucionaria”.

Reinaldo Iturriza, sociólogo y analista, miembro del grupo promotor, sintetiza la etapa que se abre: “Es un momento de definiciones. Lo que ha aparecido en escena es el germen de una instancia aglutinadora de fuerzas y voluntades que, bien llevada, puede trastocar el tablero de la política nacional, en primera instancia. Luego, quién sabe. A lo interno del chavismo, la política ya no es lo que solía ser hace apenas una semana. El tiempo se ha acelerado. Ya era hora”.

entoncesque666@gmail.com



EEUU asume el terrorismo de Estado como política internacional - Venezuela en la mira del gobierno de Obama

Por: Diego Olivera
Nuevas agresiones imperialistas se avizoran en el mundo, una nueva escalada surge de los discursos de Barack Obama y declaraciones de varios senadores de la derecha estadounidense, luego del genocidio al pueblo de Libia, el sadismo en las imágenes donde muestran la muerte del Gaddafi, demuestran una vez más el nuevo fascismo que impera en el mundo, el cual esconde su cara en la seudo democracia representativa, el nuevo orden mundial instaurado por el indigno premio Nobel de la Paz, que concibe a los estadounidenses como  la nueva hegemonía mundial.

La necesidad de cubrir la profunda crisis económica capitalista, la incapacidad de revertir los efectos del mercado y la especulación financiera, han llevado a la quiebra no solo a EEUU, sino a toda la Comunidad Económica Europea, esta grave situación se amplía al tema energético, donde la voracidad de sociedades con altos niveles de consumo han dilapidado las fuentes de energía, el petróleo ha desaparecido en EEUU y sus reservas no alcanzan para cubrir sus demandas, lo que lleva a esta nación y a sus socios imperialistas, al saqueo de las naciones y pueblos que tienen reservas de hidrocarburos, agua potable, y minerales.

La amenaza,  el chantaje y la fuerza militar es el nuevo lenguaje de EEUU

La aseveración de Obama de actuar contra los enemigos de EEUU luego de la escalada en Libia, acusando nuevamente a Irán y a Corea del Norte de agresiones e intentos de atentados, para lo cual insinúo acciones agresivas de respuesta del poder militar gringo, acompaño su denuncia contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, al cual acusó de suministrar a Irán uranio y permitir el reclutamiento de jóvenes árabes para atentados en los países desarrollados.

Estas acusaciones no son nuevas, pero si muy peligrosas por la demencia que hoy asume Obama y el aparato militar estadounidense. Venezuela con las mayores reservas petroleras del mundo, tiene los ojos puestos en las elecciones presidenciales del 7 de octubre 2012. Con el objetivo de intentar frenar el triunfo del comandante Chávez -que surge como favorito en las encuestas con más del 56 %- ya existen planes desestabilizadores y acciones de violencia callejera, con la estrategia de que si el candidato de  la oposición no gana, levantaran  nuevamente la tesis del fraude.

El gobierno venezolano ha dado pruebas de su convicción democrática

La oposición organiza sus candidatos para las primarias en la elección auspiciada por la denominada Mesa de Unidad Democrática (MUD) donde se perfilan dos candidatos: el Gobernador del Zulia Pablo Pérez del partido Un Nuevo Tiempo (UNT)  y el Gobernador del Estado Miranda Henrique Capriles Radonski del partido Primero de Justicia (PJ).  El zuliano ha recibido el apoyo de la ex socialdemocracia del partido Acción Democrática (AD) impulsor del neoliberalismo en Venezuela, así como de otros grupos, mientas Capriles ha recibido el apoyo de varias agrupaciones de la antigua izquierda, Podemos, Bandera Roja y ahora coquetea con el Social Cristiano COPPEI (de donde surgió Capriles), también se inscribieron Corina Machado de SUMATE, fundación Pro gringa y Leopoldo López ex alcalde y promotor de la nueva derecha venezolana, llamando a la violencia de calle.

La MUD ha intentado aparentar una convivencia de estas fuerzas de la oposición, pero las recientes denuncias de los partidarios de PJ han mostrado campaña sucias, donde se intenta desplazar a Capriles e imponer a Pérez, una estrategia típica de AD, maestra estratega en la guerra sucia y en crear candidatos sin capacidad política.  Pero todos coinciden en unirse contra el presidente Chávez, manipulando encuestas y cantando victoria, pero armando planes desestabilizadores, como asegurando que si no ganan es porque el gobierno amañó las elecciones.

Pero la verdad es más clara que la mentira, y más de una decena de elecciones han demostrado la seriedad y responsabilidad del sistema electoral venezolano.  Un Consejo Nacional Electoral (CNE) que ha sido avalado por su modernidad, sus sistema computarizado, sus rapidez y eficiencia como el más confiable de América, por la ONU, la OEA y varias fundaciones, instituciones y misiones parlamentarias dan al traste con la apología de que en Venezuela no existe democracia, y afirman que el presidente Chávez nos es un dictador o jefe de un gobierno autoritario.

La unidad garantizara la continuidad del gobierno revolucionario bolivariano

Ante esta realidad  internacional y nacional surge la imperiosa necesidad de fortalecer el proceso revolucionario bolivariano, la necesidad de elevar la unidad en torno a  la candidatura del presidente Hugo Chávez, y la importancia de la creación del Gran Polo Patriótico, que apoyando al presidente en su reelección, con el objetivo de garantizar el triunfo y bajo la estrategia de profundizar el socialismo como única garantía de un desarrollo sólido y sostenido, hacia la conformación de una nueva sociedad venezolana.

La continuidad del proceso bolivariano es una necesidad para los millones de venezolanos, que se han beneficiado con planes sociales, salud, educación, mejoras salariales, y ahora el plan vivienda y el plan en la agricultura.  Estos son objetivos refrendados por la ONU, UNESCO; CEPAL; entre otros, que hablan de los niveles de cumplimiento de la metas del Milenio.

Pero también la revolución bolivariana ha impulsado la unidad de América Latina y el Caribe, la creación de la UNASUR y PARLASUR, que hablan de un camino hacia la unidad regional.  La misma organización del ALBA muestra niveles de comercio solidarios y propuestas de integración e intercambio. Hoy la unidad y el desarrollo pasan por una visión integracionista, donde Venezuela ha jugado un papel preponderante en la unidad de los pueblos y gobiernos.

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